Prevención y control de la legionelosis.
Seguro que has escuchado hablar de la legionella y de que recientemente han habido casos de personas que la han sufrido. Sabemos que genera enfermedades, pero ¿qué sabes realmente de la legionella?
Es una bacteria que habita en aguas como pueden ser lagos o estaques. Se trata de una bacteria que constituye la flora bacteriana y que usando este medio, se hace con todos los sistemas de abastecimiento de agua, llegando al agua que usamos en el cuarto de baño o la cocina, e incluso a sistemas que para funcionar necesitan agua también. Como podrás imaginar, es peligrosa, ya que se desplaza muy rápidamente utilizando cañerías y todas las instalaciones que permiten que el agua llegue a nuestras casas y oficinas.
Pero esta bacteria medioambiental no se queda aquí, contamina el agua en pequeñas cantidades, y se multiplica según las condiciones ambientales que se presenten. Así, hay factores ambientales que facilitan que la legionella se multiplique, como pueden ser la temperatura, el hecho de que el agua esté parada, la presencia de alimento, los depósitos biológicos o la presencia de cal en el agua.
La temperatura perfecta para que la bacteria de la legionella se multiplique oscila entre los 35 y los 37º, aunque es verdad que puede reproducirte en un temperatura entre los 20 y los 45 grados. Por encima de los 50 grados, les es imposible, a 70 mueren y por debajo de 20 grados, no llegan a desarrollarse.
Por otro lado, otro de los elementos que influyen en el desarrollo y multiplicación de estos microorganismos es el estancamiento del agua. Estas bacterias son más proclives a multiplicarse en zonas de agua con poca circulación ,y, por supuesto, en zonas de agua estancada.
No podemos olvidar que estas bacterias de legionella son organismos que se tienen que alimentar para vivir, por lo que siempre suelen acudir a lugares donde pueden encontrar comida abundante, como el barro, la materia orgánica, restos de corrosión…
Pero aún hay más: además del alimento del que se nutre la legionella, los microorganismos como protozoos, amebas o algas son un caldo de cultivo perfecto para que la legionella campe a sus anchas, y esto se encuentra en los depósitos biológicos. No debemos perder de vista que esta bacteria es capaz de crecer de forma intracelular, por lo que cuando las condiciones medioambientales no le favorecen, lo hace dentro de otros.
Y por último, pero no menos importante, las incrustaciones calcáreas ayudan a que la legionella sobreviva, pues le ayuda como fortaleza frente a agentes que amenazan su existencia, como pueden ser los desinfectantes.
Sea como fuere, si necesitas ayuda para el control de legionella, asegúrate de trabajar con una empresa profesional y con una gran experiencia en el sector.
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